Escondida en unas cajas, dentro de un mueble muy antiguo, se encontraba un fino juego de té que pasaba de generación tras generación luego de ser obsequiado a la bisabuela el día de su boda para usarlo “en una ocasión especial”. Frente a mi seis perfectas tacitas de té finamente pintadas a mano , con sus respectivos platillos y una delicada tetera que, una vez despolvadas, relucían como una obra de arte. Al recordar esta escena no pudo dejar de imaginar a la bisabuela y toda su generación…
¿Cuántas ocasiones especiales existieron en sus vidas?
¿Cuántos momentos dejaron pasar como poco especiales y no suficientes como usar ese fino juego de té?
¿No existió una reunión familiar? Un cumpleaños, un día de la madre?
¿ No hubo quizás un momento en que alguno de sus hijos o hijas simplemente tuviese un dolor para tomar una agüita de hierbas o una noche de invierno para tomar té y leer junto al fuego?
Estoy segura que los hubo, pero ella las guardó, año tras año y sus generaciones también, esperando “ la ocasión especial” como si esta debiese llegar anunciada con neón y con fanfarria para algún día , que seguro no era hoy.
Con esta historia quiero graficar lo que muchas veces nos sucede, guardamos cosas para momentos perfectos y especiales, esperando que estos lleguen anunciados con tarjeta , olvidamos que las ocasiones especiales las hacemos nosotros hoy. Si señoras y señores : HOY! Luce el vestido que tienes guardado hoy, ponte el perfume que te gusta hoy !, usa la loza de la abuela hoy! Y si existe un mañana y veas el vestido manchado y pasado de moda, la botella del perfume vacío y la loza con menos piezas, alégrate por que tu vida la llenaste de ocasiones especiales. Hagamos del hoy nuestro momento especial, que de mañanas no sabemos nada ….